Las uñas siempre han sido un elemento muy importante de la apariencia de una persona: si están cuidadas o no, el corte, y en las mujeres, la manicura, dice mucho de cada uno. Pero a pesar de ello, los esmaltes nunca antes habían tenido ese aura de divinidad y fetichismo como el que están viviendo actualmente.
La culpable, como de muchas revoluciones en la moda y la cosmética, fue la maison francesa Chanel. Y el principal acusado, el tono 18 Rouge Noir.
Nunca antes se había apostado por un tono tan oscuro para vestir las uñas: la manicura francesa, el rojo y los rosas habían sido los ganadores. Cualquier color que se saliese de ese trío ganador se asociaba a gente sin gusto, fuera de lo establecido, y en definitiva, una hortera.
Pero Chanel desmitificó un color tan punk como el negro con reflejos granate y lo llevó al culmen del buen gusto. La revolución causada le creó muchos detractores, lo que no deja de ser llamativo porque ocurrió en una fecha no tan lejana: 1995.
Y desde entonces, la marca no ha sacado tono que no se agotase en pocos días en sus tiendas: hace dos temporadas mostraba el color creado específicamente para el desfile, ya que no tenía intención de salir a la venta, el 407 Jade.
Ante la insistencia de las fashionistas y de las propias celebrities, sacó una edición limitada que ahora se revende a precios astronómicos en ebay. Durante su apogeo pudimos vivir en los blogs una búsqueda desesperada de clones a menor precio y de mezclas caseras que intentaban dar con un color parecido.
En la primavera/verano de 2010 nacieron dos tonos (mis favoritos y que además poseo) que, visto el éxito de Jade, comercializaron ipso facto: 505 Particuliére (arriba) y 503 Inattendu (abajo).
Para la Vogue Fashion Night Out, Peter Phillips, director creativo global de Chanel, creó en exclusiva una mini serie de tres esmaltes que se agotó en una hora: el trío de Khakis.
El Khaki Vert, el Khaki Brun y el Khaki Rose.
Otro color exclusivo sólo para el círculo de privilegiad@s que acudieron a la presentación de la colección Crucero 2010 fue Riva; un azul celeste precioso con un ligero toque perlado.
Para este verano, los tonos propuestos han sido el 527 Nouvelle Vague y el potentísimo 577 Mimosa: un amarillo del mismo color que la flor que le da nombre perfecto para cuando estemos bronceadas.
Y si queréis saber en primicia las propuestas que Chanel tiene preparadas para el próximo otoño/invierno, aquí las tenéis:
Tres lacas metalizadas basadas en minerales: 529 Graphite, 525 Quartz y 531 Peridot.
¿Qué os parecen los nuevos tonos, os los pondríais? ¿Sois fans de algún color en concreto? ¡No dudéis en comentar!
HIPERFAN del Riva!!! Que color más bonito! Bueno el Nouvelle Vague también está super chulo :)
ResponderEliminarWaaaa!!!!Ke xulada las uñas con el logotipo!!!! eso si ke se merece un OH MY GOD!!! el color ke más me ha gustado, x supuesto, es el de la foto primera, la que salen las manitas. Pero hay colores de esa misma calidad a otros precios?? ;P
ResponderEliminarBesiños!!!
no suelo pintarme mucho las uñas por que con el trajín que llevo siempre no me duran ni dos días :P
ResponderEliminarpero me encantan los colores oscuros, el negro, el ciruela, el burdeos...
me ha encantado el de la última foto, el de grafito y el verde particulare creo que se llama.
¡Qué me ha gustado el Riva! *.*
ResponderEliminarEs precioso! Claro que yo casi nunca llevo pintada las uñas, fundamentalmente, porque no tengo la paciencia necesaria para quedarme quieta para que el color no se me vaya y porque luego nunca me quedan todas uniformes o me salgo... en fin, un desastre xD
~HappyWoman~