Las uñas dicen mucho de una persona: en qué trabaja, si es detallista, si es práctica, su higiene... y la gran mayoría de ocasiones sólo nos acordamos de ellas cuando se nos enganchan o cuando tenemos que ir a una fiesta y decidimos pintarlas.
Esmaltes de uñas los hay en miles de colores, y para todos los gustos. Pero bien es cierto que hay unos básicos eternos que toda mujer debe tener en su neceser y que la sacarán de cualquier aprieto.
Veamos cuáles son y el que se ajusta mejor a cada mujer y ocasión:
Los tonos naturales, discretos, que siguen las variaciones de la carnación natural (marfil, blanco mate, beige, rosa claro) resultan favorables en todas las uñas. Son la elección perfecta si trabajas en una oficina, cara al público o tienes que asistir a un evento que requiera un look más conservador. Están en perfecta armonía con las pieles blancas y dan aspecto de limpieza.
Los esmaltes transparentes (más conocidos como brillo) son soberbios pero sólo sobre unas uñas impecables: si no, es mejor decantarse por un tono beige.
Los rojos vivos valorizan las pieles muy blancas. Es el color que nunca pasa de moda.
La gama de los rosas destacan sobre las pieles mates o ligeramente bronceadas. Son por lo tanto perfectos para la primavera y el verano.
La gama de los rosas destacan sobre las pieles mates o ligeramente bronceadas. Son por lo tanto perfectos para la primavera y el verano.
Los nacarados hay que utilizarlos con cuidado porque llaman mucho la atención. Elígelos para looks nocturnos de fiesta.
Los tonos ciruelas, burdeos y negros deben ponerse sobre uñas cortas y cuadradas y en pieles blancas. Estos colores oscuros hay que retocarlos con frecuencia, porque cuando empiezan a descascarillarse se nota mucho más que con tonos más naturales.
Los esmaltes turquesas, fucsias, verdes, amarillos... tan de moda últimamente son estupendos para el verano. A cierta edad no sientan bien, pero para las más jovencitas es una opción fantástica.
¿Soléis pintaros las uñas? ¿Qué color usáis más? ¡No dudéis en comentar!
Los marrones son muy elegantes y favorecen a todas las pieles. Al no ser un color muy usual resulta muy llamativo, y realza hasta el look más informal.
Los esmaltes turquesas, fucsias, verdes, amarillos... tan de moda últimamente son estupendos para el verano. A cierta edad no sientan bien, pero para las más jovencitas es una opción fantástica.
¿Cómo aplicar el esmalte?
- Antes que nada, cuida tus uñas. Primero, límalas. Lávate las manos para eliminar los posibles restos y embárratelas en crema hidratante. Una vez que la hayas absorvido completamente, prepara el color batiéndolo.
- Si vas a usar un color fuerte u oscuro, da una primera capa de base o brillo para proteger la superficie de la uña.
- Una vez bien seca, aplica el color. La primera pincelada debe darse en el centro, de arriba a abajo en vertical, luego cubrir los dos lados restantes y por último otra más en el centro.
- Las pinceladas deben ser largas, que cubran por completo la uña, y no debemos olvidar las puntas, lugar por el que se levanta primero el color.
- Si queremos dar una segunda capa, debemos esperar a que estén muy bien secas, y lo mismo con la capa de brillo final.
¿Soléis pintaros las uñas? ¿Qué color usáis más? ¡No dudéis en comentar!